Estamos ciegos pero no solos

A veces nos ahogamos en un sinsentido tan profundo que no vemos los rayos de sol que nos ayuden a visualizar la superficie, no encontramos los colores, nos quedamos sin aire poco a poco. Perdemos contacto con lo bello y lo valioso, todo nos parece insignificante. No nos creemos capaces de flotar otra vez, nos dejamos arrastrar y si nadie nos sostiene, si no hay alguien que nos de una señal, tendemos a sumergirnos un poco mas porque al parecer la vida se empeña en castigarnos, y es mas facil darle el gusto que empoderarnos en medio del naufragio. 
Nos creemos tan obsoletos que pareciera absurdo ir contra la corriente y mucho menos si no hay metas ni objetivos, deseos o sueños.  ¿Qué carajos?
Si algo es seguro, en medio de la ausencia total de certeza de la existencia de una realidad con sentido, es que no estamos solos, estamos ciegos, pero solos nunca.  Hay tanto amor por descubrir.
Sentencio “TENEMOS EL DERECHO DE SER FELICES Y LA OBLIGACIÓN DE LUCHAR POR ESA FELICIDAD”, no queda otra. Hay que sanar heridas, seguir caminando con el corazon destozado, dejarse amar, dejarse mirar, debemos entender que no todo puede, tiene o tendra una explicación, “QUE NO PODEMOS – MUCHAS VECES – ELEGIR LA VERDAD, SOLO NUESTRA ACTITUD FRENTE A ELLA”. 
Quisas me equivoque, quisas me toque perder, quisas me pierda. Tal vez mañana me levante y tenga ganas de gritar y romper espejos, quisas, solo quisas. Pero es lo que yo elijo y me hago cargo de eso.